Oído

Aquí comenzamos, OYE atentamente...



Nuestra relación e interacción con el medio ambiente es posible gracias a órganos que captan, en forma sensible, los objetos y los fenómenos que ocurren en el mundo exterior. Mediante estos órganos, conocemos el tamaño, la forma, el color, la temperatura y otras características de las cosas que existen a nuestro alrededor.


El ser humano dispone, a nivel básico, de 5 sentidos que se encargan de captar la información del entorno, a través de 5 órganos distintos: vista (ojo), oído (oreja), tacto (piel), gusto (lengua) y olfato (nariz).




Es el órgano encargado de la audición y el equilibrio. Este se divide en tres regiones principales: 
oído externo (recoge las ondas sonoras y las canaliza hacia el interior), el oído medio (transmite las vibraciones sonoras a la ventana oval), y el oído interno (transforma las señales mecánicas recibidas de oído medio en señales eléctricas que transfieren la información al cerebro. En esta última región, también están contenidos los receptores que detectan el equilibrio.

El oído externo está formado por la oreja o pabellón auricular, el conducto auditivo externo y por el tímpano o membrana timpánica. En el oído medio encontramos la trompa de Eustaquio, la cadena de huesecillos (martillo, yunque y estribo) y dos pequeños músculos (tensor del tímpano y estapedio del estribo).


El oído interno o laberinto, está dividido en tres áreas: conductos semicirculares anteriores posteriores y laterales, el vestíbulo y la cóclea.













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